A esto se sumó un elemento económico determinante: la política salarial anticipada —que comenzó con
—pagando sueldos anticipados, inyectando liquidez en diciembre y exhibiendo control territorial en un mes socialmente sensible. La suma extra de $100.000, anunciada esta vez como bono especial, completó un combo pensado para descomprimir tensiones, fortalecer el consumo y sostener el humor social del sector estatal, el mayor motor económico de Tucumán.
Pero el analista marcó un contraste: mientras el gobierno ordenaba la agenda, el mundo empresario revelaba su propia tensión interna. Coronel relató en primera persona su presencia en una reunión de un año atrás en la
Federación Económica de Tucumán, donde escuchó a su presidente,
Héctor Viñuales, deshacerse en elogios hacia
Javier Milei y su programa económico. El giro fue abrupto: Hace unos días, el mismo dirigente alertó sobre la caída del consumo y reclamó que el gobierno “reactive” la economía. Para Coronel, este volantazo exhibe la fragilidad discursiva de un sector que, aún sobrecargado de reclamos impositivos, convive con prácticas extendidas de informalidad: ventas sin ticket, ausencia de facturación, operaciones en negro facilitadas por quienes luego exigen competitividad y reglas claras. Coronel señaló que no le consta pero se dice que se agrava cuando esos mismos empresarios critican a los vendedores callejeros —a quienes acusan de deslealtad comercial— aun cuando muchos de ellos funcionan con mercadería habilitadas por comercios establecidos.
En el terreno estrictamente político, Jaldo continuó con su proceso de expansión estratégica del bloque Independencia. La incorporación de Javier Noguera fue apenas un primer movimiento. Hubo reuniones con la senadora
Sandra Mendoza, que según dicen, aún no pudo convencerla y acercamientos previos con
Beatriz Ávila que ya se sumó al bloque en Senadores. Coronel reveló un dato clave: en plena campaña política cargada de actos, Jaldo visitó la casa de
Germán Alfaro para reunirse exclusivamente con la cúpula del
PJS. No hubo intermediarios, no hubo segundas líneas: solo el gobernador y el alfarismo. El mensaje fue contundente: la alianza entre ambos espacios sigue siendo un pilar silencioso, pero firme, del armado provincial.
En ese mismo clima surgió un rumor que recorrió pasillos: la posible llegada de Alfaro a un ministerio. Algunos analistas hablaron de diciembre; Coronel, con ironía, lo desmintió: “están regando fuera de la maceta”. Cualquier modificación, aseguró, será en 2026, dentro de una lógica de reacomodamiento gradual, no de urgencia.
Otro capítulo relevante fue la llegada a
Tucumán de
Lisandro Catalán, exministro del Interior con el paso más fugaz desde el retorno democrático. Hoy ocupa un sillón de director en
YPF, con un salario objetado mediáticamente. Coronel subrayó el contraste entre lo que circula en los medios nacionales (140 millones de pesos) y lo que asegura el entorno del exfuncionario (una cifra elevada, pero no esa). Más allá del morbo salarial, su visita reactivó el debate por la reforma electoral, donde el gobierno nacional insiste en la eliminación total de acoples, mientras el gobierno provincial —según confirmó el vicegobernador— avanzará en una reducción, no en la eliminación. Un guiño de autonomía política y supervivencia del sistema local. En ese marco, Catalán firmo un acta compromiso donde indica que su partido se presentará sin acoples ni candidaturas testimoniales.
El análisis de Coronel también se detuvo en el avance del Presupuesto de la Legislatura, aprobado con observaciones menores, y en la fuerte tensión en el Concejo Deliberante capitalino, donde una reunión clave terminó sin acuerdo por presuntos incumplimientos políticos entre dos sectores. El presupuesto municipal quedó detenido y, con él reapareció una serie de disputas internas con el Ejecutivo municipal.
A esta escena institucional se sumó la suba del boleto de ómnibus, un incremento de 300 pesos por pasaje. Coronel fue tajante: el aumento no mejorará el servicio, pero garantiza una vez más un acuerdo ventajoso para el empresariado del transporte, respaldado en su histórica alianza con UTA. En paralelo, destacó como cambio de época y que introduce una novedad relevante: taxis y aplicaciones comenzarán a convivir bajo un mismo marco regulatorio, con ventajas operativas claras para los taxistas.
La semana también estuvo marcada por la asunción de los cuatro nuevos diputados nacionales por Tucumán —
Federico Pelli, Soledad Molinuevo, Gladys Medina, Javier Noguera— junto al regreso de
Elia de Mansilla, fruto de una ingeniería política que Coronel ya había anticipado: Gladys Medina sería electa, pero al renunciar su banca sería ocupada por Mansilla mediante un acuerdo interno que le devolvió una banca en el Congreso. En este punto, el analista advirtió que pese a los festejos de
La Libertad Avanza por obtener la primera minoría, “debe leerse con cuidado”, la ruptura de bloques dentro de
Unión por la Patria no garantiza que esos diputados voten en contra del peronismo nacional. “
Se fueron del bloque, no necesariamente del voto político”, sintetizó.
Uno de los episodios más tensos de la semana fue el archivo del juicio político contra
Edmundo Jiménez, ministro fiscal y figura histórica del poder judicial tucumano. Coronel explicó que este proceso estaba atravesado por la disputa entre Jiménez y el diputado
Carlos Cisneros, además del conflicto con el medio
Entérate, que según denuncias sufrió restricciones en su libertad de expresión. La decisión legislativa cerró un capítulo, pero no la confrontación.
Sin embargo, la escena más impactante se dio en
Concepción: una represión policial violenta e inusual contra dirigentes y delegados de la
Asociación Bancaria. Coronel subrayó un detalle alarmante: los policías estaban encapuchados, algo que no se veía desde hace muchos años. Golpes, corridas y heridos marcaron un operativo que dejó más preguntas que respuestas, sobre todo por haberse producido en la ciudad gobernada por
Alejandro Molinuevo hermano de la diputada Soledad Molinuevo de la LLA. “
Nunca se vio algo así en Concepción”, sentenció.
La agenda continuó con la presentación pública del espacio
Unión Liberal, que aún no es partido y deberá reunir 4.000 firmas. Coronel recordó que este no es el primer intento liberal en Tucumán y que competir en ese espacio implica enfrentar la figura de Lisandro Catalán. También destacó el lanzamiento de una nueva edición de la muestra de
Apronor, que cumple 10 años y se realizará en marzo del 2026 en
Burruyacú.
Como si fuera poco, un comunicado que llegó “en vivo” a la mesa del programa abrió otra polémica: denuncias por irregularidades en la elección sindical de la
Estación Experimental Obispo Colombres. Según el candidato opositor
Matías Zamorano,
la Junta Electoral permitió que la lista oficialista compitiera sin cumplir el cupo femenino obligatorio, lo que —afirmó— condiciona la legitimidad completa del proceso.
La semana cerró con un gesto cultural: la inauguración de la esquina Charly García, que será este domingo, un merecido homenaje en vida al músico, ubicado cerca del Alto Palermo en CABA. Un respiro simbólico en medio de una agenda cargada de choques políticos, maniobras de poder, tensiones empresariales, conflictos sindicales y episodios represivos que, como analizó Miguel Coronel, muestran un Tucumán donde nada permanece quieto y donde cada movimiento deja huella.