La visita de Agostina Saez, cosmiatra y fundadora de
Ganesha Dermatocosmiatría, se transformó en un recorrido profundo y revelador por el verdadero universo del cuidado de la piel. En tiempos donde los consejos virales, las publicidades pagadas y los tutoriales sin respaldo profesional marcan tendencia, Saez dejó un mensaje firme: “
La piel es un órgano, no un accesorio estético”.
Desde el inicio, marcó un territorio claro: la cosmiatría aborda pieles sanas y algunas afecciones superficiales —acné leve, deshidratación, manchas, lentigos, eritemas, psoriasis superficial—, pero siempre como disciplina complementaria a la dermatología médica. “Somos anexos del dermatólogo; trabajamos con médicos. No podemos medicar, infiltrar ni hacer tratamientos invasivos”, explicó al periodista
Gustavo Masa y equipo, subrayando un límite ético que muchos en redes ignoran.
Los peligros del “autocuidado” sin guía profesional
Saez fue categórica sobre los riesgos del uso incorrecto de activos, especialmente cuando los pacientes se dejan llevar por recomendaciones de TikTok o Instagram. “Si te digo que uses un renovador celular dos veces por semana y te lo pones cinco sin protección solar, vas a dañarte la piel”.
El problema se agrava cuando aparecen alergias no detectadas. Relató casos frecuentes donde el ácido salicílico —habitual en tratamientos de acné— provoca reacciones porque el paciente no sabía que era alérgico a compuestos similares a la aspirina: “Muchas veces recién en el consultorio descubren que algo les genera alergia”.
En este escenario de desinformación y consumo impulsivo, Saez pidió volver a las fuentes: consulta presencial, diagnóstico real y productos adecuados al tipo de piel.
El sol: el mayor desafío de la temporada
Con la llegada del calor, Saez hizo hincapié en una verdad que muchos aún no asumen: “El sol está presente los 365 días del año; incluso en días nublados o dentro de una oficina por las pantallas”.
Habló de la creciente incidencia del cáncer de piel, y aclaró que el daño solar se provoca tanto al aire libre como frente a la computadora o el celular: “Hoy muchos protectores ya vienen con filtro para luz azul”.
Sobre los factores de protección, fue contundente: SPF 5 o 10 no protegen de nada. Para la mayoría de los pacientes, el estándar mínimo es 50. Y reveló algo que sorprendió: también existen protectores 99,9, utilizados para sensibilidades extremas o tratamientos intensivos.
Desmitifico la exposición para broncearse: sí se puede, pero de manera consciente.
Recomendó:
- 15 a 20 minutos al sol
- Horarios seguros (9:00 aproximadamente)
- Con protector 30 o 50
- Evitar exposiciones prolongadas
“El bronceado debe ser progresivo, nunca de un día para otro. Las quemaduras no solo dañan, también arruinan cualquier evento porque no toleras ni el vestido”, bromeó. Sobre las camas solares, aclaró: “No son recomendables. Producen quemaduras y tienen los mismos riesgos que el sol directo”.
La rutina básica que todos deben aplicar
Saez dejó una guía simple y universal para todas las pieles:
Higiene – Hidratación – Protección. A la mañana y a la noche, sin excepción.
Algunos consejos clave:
- Nada de jabón corporal en la cara: “Me duele solo escucharlo”.
- Usar geles, emulsiones o leches de limpieza.
- Preferir cremas livianas o sérums en verano.
El protector solar debe renovarse —aunque menos dentro de casa—.
Los productos abiertos tienen vencimiento real: “Si te dura un año, no lo estás usando”.
Un cambio cultural: adolescentes y varones más comprometidos
Agostina contó con entusiasmo que los adolescentes son quienes hoy muestran mayor compromiso con el cuidado de la piel. Relató el caso de un paciente de 14 años con acné severo que, con constancia y tratamiento profesional, logró cambios notables en tres meses. “Llega con su protector puesto, hace todo al pie de la letra, y hasta convenció a sus amigos; eso me emociona”, confesó.
También valoró el creciente interés de los hombres: “Son más estrictos de lo que la gente cree. Compran los productos, consultan, cumplen”.
La historia detrás de su vocación
Saez reveló un costado íntimo que explica su pasión por la piel. Su abuela —profesora de biología— le enseñaba desde niña a usar aloe vera, vitaminas, rosa mosqueta. Su mamá, farmacéutica, profundizó esos hábitos.
Y ella misma sufrió acné severo en la adolescencia. “Vi mis propios cambios. Eso me marcó”, contó. Trabajó años junto a una dermatóloga, se formó continuamente y finalmente decidió abrir su propio espacio. Así nació Ganesha Dermatocosmiatría, hoy con cinco años de trayectoria.
Presencia en el territorio: Capital, Yerba Buena y Concepción
Saez detalló su intensa agenda de atención:
- San Miguel de Tucumán: lunes, martes y jueves, de 10 a 19 horas en la Torre del Parque (Balcarce 480).
- Yerba Buena: miércoles de 16 a 21 en el Centro INN (Pedro de Villalba 843).
- Concepción: viernes de 9 a 17 y sábado de 10 a 21 en el Centro Médico San Expedito (Obispo Colombres 2373).
Atiende con protocolos prolongados —de una a dos horas— según la complejidad del cuadro: “El acné, por ejemplo, requiere tiempo y minuciosidad”.
Un mensaje final: salud antes que estética
La cosmiatra cerró con un llamado a la responsabilidad: “
La piel es salud. No es una moda ni un desafío viral. Cuidarla es cuidarnos”.
Invitó a todos a seguirla en Instagram:
@ganesha.dermatoscopiatria.tucY dejó abierta la puerta para una nueva visita: “Hay mucho para hablar, siempre”.
Un testimonio profundo, científico y humano que eleva la conversación sobre estética y devuelve el foco a donde debe estar: el bienestar real.