Sin embargo, 7 de cada 10 usuarios continuarán por ahora pagando con subsidios mientras que los usuarios de altos ingresos, comercios e industrias ya comenzaron a recibir facturas con fuertes recargos.
La otra pata del plan era la puesta en marcha de la Canasta Básica Energética (CBE), que contempla las necesidades básicas de consumo de electricidad y de gas de los hogares, según su composición, época del año y ubicación geográfica.
La idea es determinar qué porcentaje de esa canasta representará respecto del ingreso familiar. Superado ese umbral, se subsidiará al hogar hasta llegar a su canasta básica, determinada por las variables antes mencionadas.
La medida iba a estar en marcha a partir de abril, luego se pospuso para mayo pero ahora en Energía estiman que lo más probable es que recién esté operativa a partir de junio.
En función del decil poblacional al que corresponda cada hogar, del más pobre al más rico, se subsidiará parte de la factura de luz y gas. Pero la idea original es que todos paguen el costo pleno de la energía, por lo que pasaría a subsidiarse la demanda.
En la actualidad no todos los usuarios pagan lo mismo por la energía en sus facturas, que es donde se otorgan los subsidios para cubrir el llamado costo de generación. El esquema vigente de subvenciones marca tres universos: altos ingresos (N1), bajos ingresos (N2) y medios ingresos (N3) determinados por la Canasta Básica Total (CBT) del INDEC.
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