De no mediar la superación sobre los últimos giros de Lando Norris (McLaren) sobre Leclerc, Ferrari pudo celebrar otro doblete, pero el monegasco sufrió con una situación incómoda cuando a nueve giros del final su auto perdió estabilidad al verse afectado por una ráfaga que desestabilizó su andar y perdió la adherencia haciéndole pisar la banquina externa en el ingreso de la recta de boxes; esto benefició al británico que así pudo acortar la brecha en el campeonato con respecto a Verstappen, con quien mantuvo en los primeros giros una nueva y dura disputa por el segundo puesto, llegando otra vez a rozarse y salirse del límite de pista.