En tanto, la salida de la canciller llega una semana después del escándalo que supuso la publicación de un comunicado oficial en el que se refería como “Falklands” a las Islas Malvinas. Aquel escándalo, que involucró también al Ministerio de Defensa, implicó la apertura de un sumario para averiguar el responsable de esta acción, a la que en muchos despachos califican como una “avivada” de un trabajador de planta al que califican como “zurdo”.
La eyección de Mondino le puso el moño a una relación ya desgastada. Por meses, las imprudencias de la ahora ex canciller enfurecieron al entorno presidencial que en julio decidió intervenir de hecho la Cancillería. Por decisión expresa de Karina Milei, se designó como asesora a Úrsula Basset, una abogada de extrema confianza de la hermana presidencial, a quien se le ordenó seguir de cerca los pasos de la ex ministra. La defensa personal no fue suficiente.
En estricto hermetismo, no son pocas las fuentes que afirman que la postura de Mondino ante la ONU había sido previamente consensuada y acordada con las primeras líneas de la gestión libertaria, una versión que contradice por completo el final que tuvo la ministra. Con este cambio repentino de planes, razonan en algunos despachos cercanos a Mondino, la decisión de la mesa chica del gobierno podría tratarse de una sanguinaria devolución de favores a la canciller que trajo más de un dolor de cabeza al oficialismo.
Según reconstruyen fuentes libertarias, el sentido de la votación de Mondino en la ONU se lo comunicó el propio Werthein a Karina, quien inmediatamente se comunicó con su hermano para ponerlo en actas. El movimiento de la canciller habría enfurecido al presidente, quien se encontraba en la Quinta presidencial de Olivos tras disertar en un evento de la Fundación Mediterránea en Córdoba. La resolución fue inmediata.
En Casa Rosada el clima era de absoluta tensión. La decisión del presidente, que se tomó en absoluta soledad y sin anticipar ningún movimiento a sus más estrechos colaboradores, llegó en medio de una jornada agitada en Balcarce 50.
Minutos antes de que estallara la noticia, el oficialismo estaba por anunciar la eliminación de las PASO para las elecciones del próximo año. La medalla se la colgarían los diputados oficialistas, quienes también contarían con el apoyo del PRO y el resto de los bloques aliados.
Es la cuarta salida de un ministro en menos de once meses de gestión. A Mondino la antecedieron el ex ministro de Salud, Mario Russo; el ex jefe de gabinete, Nicolás Posse; y el ex ministro de Infraestructura, Guillermo Ferraro. A todos los une la misma razón: «traicionar» los lineamientos que imparte el presidente.
Tiempo Argentino