El bloque de la UCR juntó dos firmas para su propio dictamen de minoría, el cual establece que «la Comisión Bicameral Permanente tiene un plazo de diez días hábiles contados desde la presentación efectuada por el Jefe de Gabinete, para expedirse acerca del decreto sometido a su consideración y elevar el dictamen al plenario de cada una de las Cámaras».
En tanto, el proyecto que tiene como autora a Karina Banfi aclara que «las Cámaras no pueden introducir enmiendas, agregados o supresiones al texto del Poder Ejecutivo, debiendo circunscribirse a la aceptación o rechazo de la norma mediante el voto de la mayoría absoluta de los miembros presentes». Al igual que el dictamen de mayoría, se prevé que «el rechazo por una de las Cámaras del Congreso del decreto de que se trate implica su derogación».
La Coalición Cívica también firmó su propio dictamen de minoría con dos rúbricas, mientras que La Libertad Avanza (LLA) optó por un dictamen de rechazo y el PRO no acompañó ninguno de los textos, pese a haber impulsado históricamente iniciativas para reformar la ley 26.122.
Respecto de esta postura de la bancada presidida por Rodrigo de Loredo, que se abstuvo de plegarse al dictamen de la mayoría, el diputado radical de Democracia para Siempre Fernando Carbajal marcó diferencias y señaló que desde su bloque son «coherentes con la línea histórica» de la UCR sobre el tema DNU.