El reciente levantamiento del cepo cambiario ha provocado una reacción inmediata en el sistema financiero argentino. Los bancos han ajustado al alza las tasas de interés de los plazos fijos, buscando captar depósitos en un contexto de mayor libertad cambiaria.
El Banco Nación fue uno de los primeros en reaccionar, incrementando su Tasa Nominal Anual (TNA) de 29,5% a 37%. Sin embargo, otras entidades han ido más allá: CMF lidera el ranking con una TNA del 38,5%, seguido por Mariva, Voii y Bica, que ofrecen un 38%.
A pesar de estos incrementos, los rendimientos aún se encuentran por debajo de la inflación de marzo, que alcanzó el 3,7% mensual. Esto significa que, en términos reales, los plazos fijos siguen perdiendo poder adquisitivo.
El Banco Central ha decidido mantener su tasa de política monetaria en 29% anual, dejando que las entidades definan libremente los intereses que pagan por depósitos. Analistas financieros estiman que las tasas podrían seguir subiendo en el corto plazo, aunque dependerán de la evolución de la inflación y del mercado de capitales.
Para los ahorristas, la clave estará en comparar entre bancos y evaluar la inflación proyectada antes de decidir dónde colocar su dinero. Mientras tanto, el mercado sigue ajustándose a la nueva realidad sin restricciones cambiarias.