El proyecto ya cuenta con media sanción de Diputados y el respaldo de 38 senadores, un número ajustado pero suficiente para su aprobación. Sin embargo, el oficialismo ha mostrado una postura ambigua, bloqueando su tratamiento en varias ocasiones y generando dudas sobre su verdadera intención.
Desde la oposición, el kirchnerismo ha manifestado su rechazo, argumentando que la ley busca proscribir a Cristina Kirchner, quien enfrenta una condena en segunda instancia. A pesar de esto, la exvicepresidenta podría postularse en elecciones provinciales, ya que la ley solo afecta cargos nacionales.
El debate sobre Ficha Limpia no solo impacta en la transparencia electoral, sino que también se ha convertido en una herramienta de negociación política. Algunos sectores sostienen que el oficialismo podría utilizar su aprobación como moneda de cambio en acuerdos con el kirchnerismo.
Si el Senado aprueba el proyecto sin modificaciones, Ficha Limpia se convertirá en ley de inmediato. En caso contrario, volverá a Diputados para su revisión, lo que podría retrasar su implementación y afectar el armado de listas para las elecciones de este año.