afirmó: “La seguridad es nuestra bandera. Sin seguridad, no se puede estudiar, trabajar ni comerciar. Queremos al Ejército en las calles para combatir el narcotráfico. Queremos bajar la edad de imputabilidad de 16 a 14 años y cambiar el sistema carcelario: preso que no trabaja, preso que no come". Y fue más allá: “No puede ser que la gente honesta banque a los delincuentes. Las cárceles deben ser autosustentables. Hay que cambiarlo todo”.
El líder de
Fuerza Republicana cuestionó con dureza el sistema fiscal argentino y provincial. “Tenemos más de 300 impuestos entre Nación, provincia y municipios. Es un espanto, un sistema salvaje que destruye el empleo y la inversión. Hay tributos superpuestos y ridículos como el impuesto a la salud pública.
Tucumán cobra sellos, que ya no existen en otras provincias. ¿Quién va a invertir así? Queremos eliminar impuestos, reducir otros y volver a ser competitivos”.
Al ser consultado por el periodista
Gustavo Masa sobre su alineamiento con
Javier Milei, fue contundente: “Somos mileístas de la primera hora, no arribistas ni paracaidistas. Pero no somos incondicionales. El único compromiso incondicional que tengo es con Tucumán. Estamos en contra de cómo se manejó el recorte de pensiones por discapacidad. Hay muchas truchas, sí, pero no pueden pagar justos por pecadores. El Estado debería demostrar quién miente, no obligar a la gente a suplicar”.
También apuntó contra el trato a los jubilados: “Todos vamos a envejecer. Los jubilados merecen dignidad. Eso tampoco se está cumpliendo. No renunciamos al rumbo que plantea Milei, pero no vamos a callarnos las cosas que están mal”.
Sobre la fragmentación opositora, no dudó en responsabilizar a quienes no buscaron unidad: “El oficialismo puede ganar hasta dos bancas por culpa de una oposición que no quiso unirse. Sánchez, Bellomio, Omodeo y yo podríamos haber compartido un frente. Pero algunos eligieron la exclusión.
Lisandro Catalán creó un partido cerrado, sin apertura, sin alianzas. Fue un error enorme”.
Fiel a su estilo frontal, Bussi embistió contra el andamiaje institucional de Tucumán: “Tenemos un sistema electoral nefasto. Los acoples son una fábrica de fraude, clientelismo y derroche. Hay que reformar la Constitución, eliminar acoples, el acarreo y la compra de votos. Así se termina la trampa del peronismo. Tucumán necesita reglas claras”.
Ante la consulta por qué el electorado debe votar por él, Bussi no dudó: “Porque no me vendo. Porque acompaño a Milei, pero defiendo Tucumán por encima de todo. No le debo nada a nadie, solo a los tucumanos. No soy parte de la casta obediente ni de una oposición servil. Mi compromiso es con la provincia”.
Finalmente, se manifestó sobre la llegada de Javier Milei a Yerba Buena: “No creo que podamos hablar con él, estará poco tiempo. Eligieron Yerba Buena porque ahí Milei se siente cómodo y tiene más apoyo”.
Y cerró con una consigna potente: “La cuarta banca es nuestra. Vamos a dar la sorpresa. Tucumán no está condenado, está esperando líderes que no se arrodillen”, finalizó.