El mundo de la cultura despide hoy a Héctor Alterio, uno de los actores más influyentes y respetados de la escena argentina y española. Con una trayectoria que abarcó más de seis décadas, Alterio dejó una marca profunda en el cine, el teatro y la televisión, construyendo una obra que trascendió fronteras y generaciones.
Nacido en Buenos Aires en 1929, Alterio se formó en el teatro independiente y rápidamente se convirtió en una figura clave del movimiento. Su voz inconfundible, su presencia escénica y su capacidad para habitar personajes complejos lo llevaron a protagonizar algunas de las películas más emblemáticas del cine nacional, como La Patagonia rebelde, La tregua, Camila y La historia oficial. Su trabajo en El hijo de la novia, ya radicado en España, lo reconectó con el público argentino en los años 2000.
Su carrera estuvo marcada también por el exilio. En 1975, mientras se encontraba en Madrid, recibió amenazas de la Triple A que le impidieron regresar al país. Desde entonces desarrolló una prolífica trayectoria en España, donde se convirtió en un referente del teatro contemporáneo y del cine de autor. Aun lejos, mantuvo un vínculo afectivo y artístico con la Argentina, que lo siguió reconociendo como uno de sus grandes intérpretes.
Alterio fue distinguido con numerosos premios a lo largo de su vida, pero su legado excede cualquier galardón. Su manera de decir, su compromiso con la verdad emocional de cada personaje y su ética de trabajo lo convirtieron en un maestro para varias generaciones de actores.
Su muerte deja un vacío difícil de llenar, pero también una obra inmensa que seguirá viva en la memoria colectiva. Héctor Alterio fue, y seguirá siendo, una de las voces imprescindibles de la cultura argentina.