En una jornada histórica para la salud pública en
Tucumán, la Legislatura provincial aprobó este jueves la modificación de la
Ley N.º 7575, incorporando al cigarrillo electrónico y al vapeador dentro de las prohibiciones para fumar en espacios públicos y privados cerrados. La medida fue impulsada por el legislador
Claudio Viña, autor del proyecto original sancionado en 2019 pero nunca promulgado, y reactivado ahora gracias al consenso político y al respaldo de instituciones médicas.
“Hoy dimos un paso fundamental. Esta ley, sancionada hace años, increíblemente nunca había sido promulgada. Con la aprobación de esta resolución, el Ejecutivo está obligado a darle número, promulgarla y garantizar su aplicación efectiva”, sostuvo
Viña, quien celebró la decisión unánime de la Cámara.
La ley establece que el uso de vapeadores queda prohibido en hospitales, oficinas, escuelas, teatros, transporte público y cualquier espacio cerrado, de la misma manera que ya ocurre con el cigarrillo convencional desde la vigencia de la Ley 7575.
Viña subrayó que la iniciativa fue respaldada por el Colegio Médico de Tucumán, el Instituto Antitabaco de Siprosa y otras entidades sanitarias que volvieron a advertir sobre los efectos nocivos del vapeo: presencia de nicotina, metales pesados y sustancias que se inhalan incluso en ambientes perfumados, con alto riesgo de adicción, especialmente entre los jóvenes.
“Nos enfrentamos a un problema creciente. El vapeo no solo enferma al que consume, sino a quienes lo rodean. Esta ley protege a todos y se enmarca en una política sanitaria que la sociedad ya ha demostrado acompañar”, agregó Viña.
Por su parte, el legislador
Gabriel Yedlin, presidente de la Comisión de Salud de la Legislatura, valoró la aprobación de esta norma como una respuesta urgente a un fenómeno que, lejos de ser una solución para dejar de fumar, se ha transformado en una nueva amenaza para la salud colectiva.
“Los cigarrillos electrónicos generan nebulizaciones, no vapor. Eso significa partículas más pequeñas que penetran más profundamente en los pulmones. Lo más grave es que hoy, según encuestas recientes, cerca del 8% de los adolescentes entre 13 y 18 años ya vapean. Es un riesgo sanitario enorme”, remarcó Yedlin.
Yedlin también recordó que la Ley 7575, sancionada en su momento con gran aceptación social, cambió para siempre los hábitos en la provincia.
“Hoy nos choca entrar a lugares en otras provincias donde aún se permite fumar. Esta nueva ley es un paso lógico, necesario y ampliamente respaldado por la ciudadanía tucumana”, afirmó.
Con esta aprobación legislativa, el Poder Ejecutivo tiene ahora la responsabilidad de promulgar formalmente la norma y asegurar su implementación en todo el territorio provincial.
La incorporación del vapeador al régimen de control del tabaco representa un avance clave en la prevención de enfermedades respiratorias y cardiovasculares, especialmente entre niños, jóvenes y trabajadores expuestos en ambientes cerrados.