A pesar de la desaceleración inflacionaria en otros sectores, los cigarrillos continúan con aumentos cada dos o tres meses. Esto responde a la estructura impositiva del producto, que incluye un alto porcentaje de impuestos internos, además de los costos de producción y distribución.
El consumo de cigarrillos en Argentina ha mostrado una leve caída en los últimos años, en parte debido a los constantes aumentos de precio y a las campañas de concientización sobre los efectos del tabaquismo. Sin embargo, la demanda sigue siendo fuerte, y los consumidores buscan alternativas dentro del mercado, como el tabaco de armar o los cigarrillos electrónicos.
Se espera que en los próximos meses Massalin Particulares también aplique un ajuste en sus precios, siguiendo la tendencia de BAT. Mientras tanto, los fumadores deberán enfrentar un nuevo golpe al bolsillo, en un contexto económico que sigue siendo desafiante.