ni con Milei. La
debe construir una alternativa real en Tucumán. No más funcionalismo al poder de turno. Acá hace 40 años gobiernan los mismos y Tucumán no despega”, disparó.
Consultado sobre la estrategia comunicacional de la intendenta
Rossana Chahla, Norri fue cauto pero crítico: “Me gusta la cercanía, pero hay que cuidar la institucionalidad. Si se cae en lo bizarro, se pierde el respeto por el cargo. Una cosa es un TikTok, otra es gobernar”.
Sobre el reciente trabajo legislativo, valoró la aprobación del
Digesto Jurídico como “un paso importante para depurar leyes obsoletas y ordenar la legislación vigente. Es clave para conocer nuestros derechos y obligaciones como ciudadanos”.
En el cierre, al estilo Majul, con la interpelación del periodista Daniel Villalba, si prefiere el pochoclo con sal o azúcar. “Dulce, muy dulcero”, respondió entre risas. Pero el tono volvió a lo político: “Tengo 37 años. Estoy dispuesto a pelear una elección este año, el que viene o el otro. La biología está de mi lado. Pero quiero construir algo real. No una moda como un Nokia 1100 que ya no está. Milei es una moda. Tucumán necesita otra cosa”, finalizó.