Adorni, una figura mediática y ferviente defensor del ideario mileísta, será ahora el encargado de coordinar a los ministros y sostener el delicado equilibrio entre el discurso libertario y las urgencias del gobierno.
En la Casa Rosada aseguran que este movimiento “marca el comienzo de la segunda etapa del mileísmo”, una fase que promete menos moderación y más reformas. Pero para la oposición, el cambio expone una crisis interna en el corazón del Ejecutivo.
Entre rumores de más modificaciones en el Gabinete y expectativas por los anuncios del 10 de diciembre, el Gobierno de Milei se prepara para una nueva etapa. La era Adorni arranca con una consigna clara: menos política tradicional, más poder concentrado en el Presidente.