El ministro de Economía, Luis Caputo, confirmó que los pliegos licitatorios serán publicados en los próximos días, con el objetivo de concretar la venta antes del 11 de agosto, fecha en la que vencen las concesiones actuales. La medida forma parte de la estrategia del Gobierno para sumar dólares a las reservas del Banco Central, en un contexto de ajuste fiscal y estabilización económica.
Sin embargo, la privatización generó resistencia en las provincias, que reclamaron mayor participación en el proceso. Tras negociaciones con los gobernadores Rolando Figueroa (Neuquén) y Alberto Weretilneck (Río Negro), se acordó que ambas jurisdicciones recibirán un canon del 1% por el uso del agua, algo que no estaba contemplado en las concesiones previas.
El nuevo esquema de concesión replicará el modelo aplicado en los años 90, con gestión privada y control estatal. Además, la Secretaría de Energía evalúa incorporar criterios ambientales más estrictos, incluyendo regulación de embalses y compensaciones a las provincias por posibles impactos ecológicos.
La privatización de las represas del Comahue marca un cambio en el esquema energético nacional, con expectativas de inversión y desarrollo, pero también con desafíos en la administración de los recursos hídricos y la distribución de beneficios entre Nación y las provincias. Mientras tanto, el proceso licitatorio sigue en marcha y se espera que en las próximas semanas se definan los nuevos operadores del sistema hidroeléctrico.