La decisión fue comunicada a los trabajadores por el directorio de la compañía sueca, que explicó que la medida responde a un problema de sobrestock en la fábrica brasileña. Esta situación ha generado una caída en la demanda de los componentes producidos en Tucumán, obligando a la empresa a suspender temporalmente la producción.
El secretario general de SMATA, Luis Diarte, señaló que, por el momento, la medida no afectará los salarios de los empleados, aunque la continuidad laboral está en riesgo debido a la implementación de retiros voluntarios. Actualmente, la planta tucumana cuenta con alrededor de 520 trabajadores en planta permanente y unos 110 empleados tercerizados.
La crisis pone en evidencia la interdependencia entre las distintas fábricas del grupo y los desafíos que enfrenta la industria automotriz en la región. Mientras tanto, los trabajadores esperan definiciones sobre el futuro de la producción y posibles medidas para mitigar el impacto de la suspensión.