El primero en entregarse fue el exsecretario de Obras Públicas, José López, seguido por el extitular de Vialidad Nacional, Nelson Periotti, y otros exfuncionarios como Juan Carlos Villafañe, Raúl Pavesi, Mauricio Collareda, José Santibáñez y Raúl Daruich. Todos fueron trasladados a la cárcel de Ezeiza, a la espera de que se resuelvan los pedidos de prisión domiciliaria presentados por algunos de ellos.
En paralelo, el empresario Lázaro Báez fue notificado de su condena en la Unidad Penal 15 de Río Gallegos, donde ya cumple otra pena por lavado de dinero. La única beneficiada con prisión domiciliaria fue Cristina Fernández de Kirchner, quien permanece en su departamento del barrio porteño de Constitución, bajo condiciones impuestas por el tribunal.
La presentación de los condenados marca un punto de inflexión en una de las causas más emblemáticas de corrupción de las últimas décadas. Mientras tanto, la militancia kirchnerista continúa movilizada, y el escenario político se mantiene en estado de alta sensibilidad. La Justicia, por su parte, avanza con el seguimiento de las penas y la evaluación de los pedidos de beneficios especiales.