La paridad se rompió en el segundo tiempo. Un descuido defensivo y una buena jugada colectiva del Patrón terminaron en el gol que sentenció el encuentro. La impotencia del Santo se evidenció aún más con la expulsión de Lucas Soraire, que dejó al equipo con uno menos en el tramo final.
San Martín, que venía de vencer 2 a 0 a Ferro como visitante, no logra hacerse fuerte en casa. La última victoria en La Ciudadela fue en la fecha 13 ante Colegiales, y desde entonces no ha podido sumar de a tres ante su gente.
Con este resultado, el equipo pierde terreno en la lucha por los primeros puestos y ve cómo la tabla se ajusta peligrosamente. La Ciudadela, que alguna vez fue un bastión inexpugnable, hoy es una preocupación para los hinchas.
El desafío para Martos y sus dirigidos será recuperar la solidez y eficacia de local si quiere mantener vivas las chances de ascenso. La deuda sigue pendiente: ganar en casa.