El informe indica que el crecimiento nacional se concentró en provincias como Buenos Aires, Córdoba, Santa Fe y Mendoza, donde se registraron incrementos sostenidos en la demanda de combustibles líquidos. En contraste, Tucumán mostró una retracción que podría estar vinculada a factores locales como la desaceleración del transporte, cambios en el consumo o ajustes logísticos.
A nivel nacional, las estaciones de servicio reportaron un mayor movimiento en los surtidores, especialmente en zonas urbanas y corredores turísticos. El consumo de nafta súper y premium lideró el repunte, mientras que el gasoil mostró una recuperación más moderada.
En Tucumán, referentes del sector señalaron que la caída del 0,6% no representa una alarma, pero sí marca una diferencia respecto al comportamiento general del país. Se espera que en los próximos meses se analicen las causas específicas y se evalúe el impacto de las políticas de precios y abastecimiento.
El dato forma parte de un monitoreo mensual que realiza la Secretaría de Energía, y que permite observar el pulso del consumo en cada distrito. Aunque el balance nacional fue positivo, la situación tucumana invita a revisar dinámicas locales y proyectar medidas que reactiven el sector.