La intervención no fue realizada por el Banco Central argentino, que se mantuvo al margen de las operaciones. En cambio, el volumen negociado en el mercado mayorista alcanzó los US$793 millones, de los cuales más de la mitad fueron aportados por la operación norteamericana.
Según fuentes citadas por Bloomberg y medios locales, la maniobra fue interpretada como un respaldo del gobierno de Donald Trump a la administración de Javier Milei, en un intento por estabilizar la moneda local en la recta final de la campaña electoral. No obstante, analistas advierten que el efecto podría ser transitorio si no se acompaña con medidas estructurales.
La presión sobre el dólar se intensificó en las últimas semanas por la cobertura preelectoral, la demanda de activos seguros y la incertidumbre sobre el rumbo económico. En ese marco, la intervención del Tesoro de EE.UU. busca enviar una señal de confianza a los mercados y evitar una corrida cambiaria que complique el escenario político.
La medida generó reacciones diversas en el ámbito financiero. Mientras algunos operadores celebraron la baja del dólar como una pausa necesaria, otros cuestionaron la dependencia de factores externos para sostener la estabilidad cambiaria. En cualquier caso, la operación dejó en evidencia el nivel de tensión que atraviesa el mercado en vísperas de los comicios.