El interventor del Ersept, Santiago Ascárate, detalló las obras y equipamientos que permitirán mejorar la seguridad del suministro eléctrico en Tucumán. Tras una recorrida técnica junto a funcionarios del ENRE, explicó que se realizaron adecuaciones en la estación transformadora de El Bracho, lo que permitirá duplicar la potencia de la línea El Bracho–Cevil Pozo: “A partir de la semana próxima podremos trabajar con 1.200 amperios en potencia plena, frente a los 600 actuales”, señaló. Este incremento impactará directamente en la cobertura del Gran San Miguel de Tucumán.
Además, Ascárate confirmó la llegada de dos turbinas de 50 megavatios para la Central Independencia, que se suman al plan de contingencia iniciado en 2023. El esquema prevé reforzar la zona norte con la estación Cevil Pozo y reorganizar la distribución en Villa Quinteros, donde se incorporarán 30 megavatios adicionales. Sin embargo, advirtió que la infraestructura hacia el sur sigue siendo un desafío: “Como la nueva línea de El Bracho demorará dos años en construirse, debemos seguir generando energía adicional e inyectándola puntualmente para sostener la demanda”.
En cuanto a tarifas, el interventor confirmó que diciembre llegará con ajustes derivados de actualizaciones pendientes y de la recomposición del Valor Agregado de Distribución (VAD). Los incrementos serán de entre 5 y 6% en las boletas, mientras que el VAD tendrá una suba de entre 18 y 20%, en línea con la inflación. “Tratamos de mantener cierta moderación: el año pasado la inflación fue del 40% y la energía estuvo 10 puntos por debajo”, explicó.
Ascárate también insistió en la importancia del uso eficiente de la energía, tanto por razones económicas como ambientales. Recomendó regular los aires acondicionados entre 24 y 25 grados y optar por equipos modernos de bajo consumo. Además, advirtió sobre el gasto de artefactos cotidianos como los calefones eléctricos, que pueden consumir hasta dos kilovatios por hora: “Hay que usarlos solo cuando se necesita y apagarlos después”.