Las concesionarias señalaron que la baja responde principalmente a la dificultad para acceder a créditos, el aumento de precios y la incertidumbre económica que desalienta la compra de unidades nuevas. A esto se suma la preferencia de muchos consumidores por el mercado de usados, que ofrece alternativas más accesibles en un contexto de ingresos ajustados.
El informe también advierte que la caída en las ventas afecta directamente a la industria automotriz y a la red de concesionarios, que enfrentan menores márgenes de rentabilidad y reducción de personal en algunos casos.
Con este panorama, el sector espera medidas que permitan reactivar la demanda, como planes de financiación más flexibles y estímulos fiscales que favorezcan la adquisición de vehículos nuevos. Mientras tanto, el mercado automotor cierra noviembre con uno de los peores desempeños de los últimos años, reflejando las dificultades que atraviesa la economía argentina.