Lejos de conformarse, Emiliano asegura que su sueño todavía no está cumplido. Quiere seguir creciendo, capacitándose y desarrollando proyectos deportivos ambiciosos. Su objetivo es claro: evolucionar al ritmo del pádel moderno y aportar desde su lugar a la formación de jugadores. También sueña con, algún día, poder aportar su experiencia en Tucumán o en Argentina. “Soy un afortunado, pero también trabajé mucho. La suerte hay que ir a buscarla, aunque uno nunca se va del todo. Las raíces están”, concluyó.
Desde Alberdi a Milán, de la radio local a Sky Sport, la historia de Emiliano Siciliani, no es solo la de un argentino que triunfa en Europa, es un ejemplo de perseverancia, identidad y pasión. Un recorrido que demuestra que, incluso lejos de casa, las raíces y el esfuerzo siguen marcando el camino.