En su segundo ciclo al frente de Aldosivi, Yllana dirigió 48 partidos, con un balance de 18 victorias, 15 empates y 15 derrotas. Más allá de las estadísticas, el dato central es el logro deportivo: el título y el ascenso obtenidos en noviembre de 2024, el punto más alto de su carrera como entrenador.
Su posterior paso por la Liga Profesional 2025 tuvo un inicio complejo, con apenas dos empates y siete derrotas en el Torneo Apertura, lo que derivó en una salida de mutuo acuerdo. En San Martín, sin embargo, la lectura fue contextual: la categoría cambia, las urgencias también, y el foco estuvo puesto en su capacidad para competir y cumplir objetivos en la Primera Nacional.
Trayectoria y conocimiento del medioNacido en Rawson el 30 de julio de 1974, Andrés Roberto Yllana cuenta con un recorrido amplio en el fútbol argentino. Como jugador, fue referente en Gimnasia y Esgrima La Plata en los años 90, tuvo experiencia en Italia (Brescia y Verona), ganó la Copa Sudamericana 2007 con Arsenal y fue convocado tres veces a la Selección Argentina.
Como entrenador, inició su camino en las inferiores de Gimnasia y pasó por Aldosivi, Brown de Puerto Madryn, Deportivo Madryn, San Martín de San Juan y Colón, además de trabajos como asistente técnico en Europa. En total, acumula alrededor de 162 partidos dirigidos, con una efectividad cercana al 40,7%.
El proyecto 2026 empieza a rodar
Con el DT definido, San Martín entra ahora en la fase más operativa del proceso. Pérez Castro ya trabaja junto a Yllana en el análisis del plantel, la evaluación de continuidades y la búsqueda de refuerzos. La idea es clara: un plantel corto, competitivo, con jerarquía real y equilibrio entre presupuesto e identidad futbolística.
También comenzará a delinearse la pretemporada y el perfil de incorporaciones, siempre alineadas con la idea del entrenador. La confirmación de Yllana ordena los tiempos y marca un punto de inflexión tras la salida de Mariano Campodónico y semanas de incertidumbre.
El “Santo” eligió al DT que alguna vez lo dejó sin festejo. Ahora, el desafío es mayor: transformar aquel recuerdo doloroso en el punto de partida de un nuevo sueño.