El caso que involucra a dos gendarmes del Escuadrón 52 "Tartagal" ha generado conmoción en el ámbito de la seguridad. La investigación, iniciada el 5 de mayo, determinó que los efectivos Carlos Alberto Sorani y Alexis Iván Aguirre participaron en la logística de un cargamento de 161 kilos de cocaína, oculto en una camioneta Ford Ranger interceptada en un control vehicular en Aguaray, Salta.
Las pruebas obtenidas por la fiscalía incluyen registros de cámaras de seguridad, que muestran la intervención de los imputados en la operación. Además, se descubrió que uno de los gendarmes pagaba la póliza de seguro del vehículo utilizado en el traslado, mientras que el otro figuraba como propietario del coche puntero, un Chevrolet Cruze.
La jueza federal Ivana Hernández formalizó la investigación y ordenó la prisión preventiva de los acusados, quienes enfrentan cargos por transporte agravado de estupefacientes y abuso de su condición de funcionarios públicos.
Este escándalo pone en evidencia la posible infiltración del narcotráfico en fuerzas de seguridad, generando preocupación en el Gobierno y en la sociedad. Se espera que en los próximos días se realicen nuevos allanamientos y se amplíe la investigación para determinar si hay más implicados en la red de tráfico.