El operativo policial se desplegó el sábado por la tarde, cuando un grupo de aproximadamente 50 personas ingresó al edificio a través del café temático “Un café con Perón”. Según fuentes oficiales, los manifestantes habrían forzado una puerta para acceder al lugar, lo que derivó en un enfrentamiento con agentes de la Policía Federal. Durante el desalojo, Grabois fue detenido junto a otros militantes y trasladado a la Superintendencia de Investigaciones Federales en Villa Riachuelo.
A la salida de su detención, el dirigente social denunció las condiciones en las que permaneció arrestado y criticó el accionar del Gobierno. “La forma en la que trabaja el personal de seguridad es inhumana. No tienen calefacción, las oficinas están llenas de ratas y todo el sistema es manual, con computadoras del año 84”, expresó. Además, aseguró que la toma del instituto fue una “permanencia pacífica” para defender la memoria histórica y acusó a la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, de actuar con “actitud dictatorial”.
La detención de Grabois generó una fuerte reacción política y social. Durante la noche del sábado, una multitud se congregó frente a la sede policial para exigir su liberación. Entre los presentes estuvieron diputados como Itai Hagman, Natalia Zaracho y Horacio Pietragalla, además de dirigentes de La Cámpora y periodistas que respaldaron la protesta.
El cierre del Instituto Juan Domingo Perón, oficializado el 7 de mayo, fue justificado por el Gobierno como una medida para reducir gastos estatales. Sin embargo, sectores del peronismo denunciaron la decisión como un acto de “persecución ideológica” y exigieron que el patrimonio del instituto sea transferido al Partido Justicialista para su gestión.