La Policía de la Ciudad de Buenos Aires ha desplegado operativos especiales en ambas sedes diplomáticas, así como en instituciones vinculadas a la comunidad judía. Se han asignado efectivos de las comisarías cercanas y unidades del Despliegue de Intervención Rápida (DIR), equipadas con cascos, escudos, escopetas, tasers y gas pimienta.
Además, la embajada de Israel ha decidido cerrar sus puertas de manera preventiva, siguiendo una medida adoptada por otras delegaciones diplomáticas israelíes en el mundo. Desde el Gobierno nacional se ha informado que existe una coordinación activa con servicios de inteligencia israelíes y estadounidenses, y se han reforzado los controles en las fronteras con Bolivia, Brasil y Paraguay.
El refuerzo de seguridad se enmarca en un contexto de máxima preocupación, recordando los atentados sufridos en Argentina en los años 1992 y 1994. Las autoridades continúan monitoreando la situación y ajustando las medidas de prevención según la evolución del conflicto en Medio Oriente.