Las autoridades israelíes confirmaron al menos siete heridos y reportes de daños materiales. El Comando del Frente Nacional instó a la población a permanecer en refugios y evitar compartir imágenes de los impactos, advirtiendo que podrían ser utilizadas por Irán para afinar futuros ataques.
En un mensaje televisado, el líder supremo iraní, Ali Khamenei, advirtió que “el régimen sionista no saldrá indemne de este crimen” y prometió que la respuesta iraní no será “a medias”. Por su parte, el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, aseguró que su país “responderá con la fuerza necesaria durante todos los días que sean requeridos”.
La comunidad internacional observa con creciente preocupación el deterioro de la situación, mientras se multiplican los llamados a la moderación. Sin embargo, el intercambio de fuego directo entre ambos países marca un punto de inflexión en una confrontación que, hasta ahora, se había mantenido en la sombra. La región se encuentra en vilo.