En una carta formal dirigida al mandatario provincial, fue formalizada mediante una carta enviada por la
Comisión de Enlace del hospital con el Poder Legislativo y advirtieron sobre la situación crítica que atraviesa la institución, que podría afectar gravemente su capacidad operativa para responder a la creciente demanda asistencial proveniente de todo el país. Y Tucumán está entre las más dependientes del sistema de atención de este hospital nacional.
Durante el año 2024, la institución atendió 3485 consultas externas de pacientes tucumanos, 291 internaciones, 644 tratamientos en el Hospital de Día, 166 cirugías, 5 trasplantes y 776 teleconsultas realizadas a través de la Oficina de Comunicación a Distancia. Estos datos reflejan la altísima dependencia del sistema de salud tucumano respecto del hospital nacional.
Las cifras son elocuentes y reflejan la urgencia de una ley que permita asignar recursos extraordinarios, fortalecer redes federales de atención y garantizar el acceso equitativo a una atención pediátrica de calidad, sin importar el lugar de origen del paciente.
“Declarar la emergencia en salud infantil no es una opción, sino una necesidad impostergable”, sostiene el comunicado firmado por la Comisión de Enlace del Hospital Garrahan con el Poder Legislativo. El objetivo es claro: lograr una ley que permita asignar recursos extraordinarios, fortalecer redes de atención en todo el país y proteger el acceso equitativo a una atención pediátrica de calidad, sin importar el lugar de residencia de cada niño o niña.
El Garrahan, que concentra los casos más complejos de pediatría de Argentina, enfrenta una crisis estructural que amenaza con deteriorar la atención de miles de niños y adolescentes. Por eso, el hospital insta al gobernador Jaldo a interceder ante los legisladores nacionales de Tucumán para que den quórum y voten a favor del proyecto en la sesión clave del 6 de agosto.
La misiva concluye con un llamado a la acción conjunta: “No podemos permitir que la infancia quede relegada frente a una crisis estructural que exige decisiones firmes y un compromiso colectivo”.
La carta deja abierta la posibilidad de coordinar instancias de diálogo con el Ejecutivo tucumano para avanzar en este objetivo común: proteger el presente y el futuro de la infancia argentina.