Este miércoles, el gobernador Osvaldo Jaldo encabezó un almuerzo de camaradería con intendentes y legisladores peronistas, en un gesto político que busca afianzar la unidad del Partido Justicialista tucumano en la antesala de las elecciones nacionales del 26 de octubre. El encuentro, realizado fuera de la agenda oficial, contó con la presencia del ministro del Interior Darío Monteros, el presidente subrogante de la Legislatura Sergio Mansilla, el vicepresidente Aldo Salomón y parlamentarios como Carlos Najar, Carlos Gallia, Leopoldo Rodríguez y Alejandra Cejas.
Durante la reunión, se discutió el escenario electoral y se planteó la necesidad de “provincializar” la campaña, en contraposición a la estrategia de Milei de nacionalizar los comicios. Jaldo pidió a los presentes “un esfuerzo grande” para consolidar el modelo de gestión con Estado presente y evitar la fragmentación del espacio.
Uno de los gestos más comentados fue la participación de la intendenta de Tafí Viejo, Alejandra Rodríguez, esposa del legislador Javier Noguera, referente de Fuerza Patria. Su presencia fue interpretada como una señal de acercamiento tras meses de tensión entre ese sector y la Casa de Gobierno.
En paralelo, partidos que habían firmado el acta del frente antimileísta comenzaron a enviar documentación para sumarse a “Tucumán Primero”, lo que refuerza la hipótesis de una lista encabezada por Jaldo, seguida por Gladys Medina y el propio Noguera. También se espera la incorporación del Frente Renovador, liderado en la provincia por los hermanos Yedlin.
El vicegobernador Miguel Acevedo ratificó la línea de unidad: “El manzurismo y el jaldismo quedaron atrás. Hoy hay un solo espacio, un solo peronismo”, expresó.
Con el cierre de listas a diez días de distancia, el oficialismo tucumano apuesta a mostrar cohesión, gestión territorial y una estrategia electoral que se diferencie del ajuste nacional.