De acuerdo a datos recientes del sector, el consumo de carne vacuna registró un crecimiento en octubre, a pesar de la fuerte suba de precios que atraviesa el mercado alimenticio. El comportamiento refleja la persistencia de la carne como producto central en la dieta de los hogares argentinos.
Los informes señalan que la demanda se mantuvo firme incluso frente a la inflación, lo que evidencia una preferencia cultural y gastronómica que resiste las dificultades económicas. En paralelo, la industria frigorífica destacó que el repunte en las ventas se dio en un escenario de costos crecientes y márgenes ajustados.
El incremento en el consumo se explica por la combinación de factores estacionales y por la decisión de los consumidores de priorizar la carne vacuna frente a otras proteínas. Sin embargo, especialistas advierten que la tendencia podría verse afectada si la aceleración de precios continúa en los próximos meses.