El ex presidente de Bolivia, Luis Arce, fue arrestado este miércoles en La Paz en el marco de una causa por corrupción, según confirmaron fuentes judiciales y policiales. La medida se concretó tras una orden emitida por la Fiscalía, que investiga presuntas irregularidades en el manejo de recursos estatales durante su mandato.
De acuerdo con la información difundida por medios locales e internacionales, Arce fue trasladado a dependencias judiciales para declarar sobre contratos y licitaciones que habrían beneficiado a empresas vinculadas a su entorno político. La investigación apunta a un esquema de desvío de fondos públicos que, según los fiscales, compromete directamente al ex mandatario.
La detención de Arce generó un fuerte impacto en la escena política boliviana. Dirigentes del oficialismo y la oposición se pronunciaron de inmediato: mientras algunos sectores reclaman garantías de debido proceso y advierten sobre una posible persecución política, otros consideran que el arresto representa un paso necesario para esclarecer hechos de corrupción que afectan la confianza ciudadana.
El caso se suma a una serie de investigaciones abiertas en Bolivia contra ex funcionarios y autoridades, en un contexto de alta tensión institucional. Analistas señalan que la detención de Arce podría tener repercusiones en la estabilidad política del país, especialmente de cara a los próximos debates legislativos y electorales.