La OMS destacó que esta recomendación se aplica a pacientes que ya lograron una carga viral indetectable, lo que refuerza el principio I=I (indetectable = intransmisible). Es decir, quienes mantienen el tratamiento y alcanzan ese estado no transmiten el virus, lo que tiene un impacto directo en la prevención.
Además de facilitar la adherencia —clave en un tratamiento de por vida—, la terapia doble reduce la toxicidad acumulada y simplifica la logística sanitaria, especialmente en regiones con recursos limitados. La inclusión en las guías de la OMS permitirá que más países adopten este esquema, especialmente aquellos que dependen exclusivamente de sus recomendaciones.
La actualización también se enmarca en una estrategia más amplia que incluye el uso de antirretrovirales de acción prolongada, como el lenacapavir, y la promoción de pruebas rápidas para facilitar el diagnóstico temprano. Con estos avances, la OMS busca consolidar el objetivo 95-95-95 para 2025: que el 95% de las personas con VIH conozcan su diagnóstico, el 95% acceda al tratamiento, y el 95% logre suprimir la carga viral.