Y aunque intentó esquivar los términos duros utilizados por Milei, dejó claro que no se trata de una opinión nueva. “Ya lo hemos dicho una y mil veces”, remarcó. Según su explicación, Villarruel fue excluida del funcionamiento interno del Gobierno “hace muchísimo tiempo” y no participa ni en las decisiones ni en la hoja de ruta de la administración libertaria.
La tensión entre Milei y Villarruel se agravó en las últimas semanas, especialmente por el armado de listas en la interna del oficialismo. Pero Adorni minimizó cualquier impacto institucional de esta grieta. “Son cuestiones del día a día, de la política y de la dinámica del gobierno”, señaló, y aseguró que no ve razones para dramatizar la situación: “Creo que siempre se le dio demasiado valor a determinadas definiciones”.
Cuando fue consultado sobre la viabilidad de una gestión en medio de semejante distanciamiento, buscó mostrar fortaleza: “Hace un año y medio que gobernamos con resultados bastante prominentes”. Además, insistió en que el Gobierno no se ve afectado por la interna con Villarruel, a quien prácticamente desconoce como integrante activa del Ejecutivo.
“Simplemente no forma parte del Gobierno, no forma parte de la gestión, no forma parte del día a día y no es parte de este proyecto. No hay mucho más para decir”, concluyó. La declaración pública de Milei –con insulto incluido– y la confirmación oficial de Adorni sobre el quiebre total con Villarruel evidencian que el vínculo quedó más deteriorado que nunca.