El periodista abrió su intervención comentando lo que ya había anticipado días antes: el lanzamiento de
Ricardo Bussi como candidato por Fuerza Republicana. “Ricardo Bussi picó en punta”, dijo Coronel, y no solo confirmó la candidatura sino que también expuso los nombres que integrarán su lista:
Sandra Orquera, Jerónimo Cruz Cornejo y Lorena Palomino. Sin embargo, lo más revelador fue su lectura de fondo: “Bussi se aferra a la familia. Su yerno,
Ramiro Ortega, es concejal; su cuñada,
Sandra Orquera, fue legisladora y ahora es segunda en la lista. “Esto no es renovación, es reciclaje de poder. Política de consanguinidad, no de ideas, donde los vínculos familiares pesan más que las trayectorias públicas”. Ese señalamiento se convierte en una advertencia sobre el riesgo de repetir fórmulas heredadas que sólo reciclan poder.
Interna radical: pactos entre bambalinas
Coronel también puso luz sobre el armado interno de la
UCR en
Tucumán. Confirmó que el sector de
Mariano Campero apoyará la reelección de
Roberto Sánchez. La noticia fue validada por Fernando de la Orden, hombre cercano al exintendente de
Yerba Buena: “Las decisiones partidarias se cocinan en silencio, lejos del escrutinio público. El electorado es el último en enterarse de pactos en privado, que redefinen el mapa político, y después nos venden unidad.”
Se refirió también al enigma que representa el sector de los
Romano Norri y Ariel García, aún sin definiciones claras. “Seguramente se van a sumar. Pero la rosca sigue viva, y los platos se sirven fríos”, ironizó.
Peronismo: Jaldo y Manzur reactivan el diálogo
El reencuentro entre
Juan Manzur y
Osvaldo Jaldo fue otro foco de análisis. Coronel explicó que hubo una nueva reunión entre ambos, como parte del relanzamiento del PJ local. La intención es clara: avanzar en nombres de cara a las elecciones y consolidar la base del Frente Tucumán Primero. “El PJ tucumano se rearma, pero todo sigue entre cafés, sin fotos y con mucha cautela. Todavía no está claro si el Congreso o el Consejo del partido tomará la posta.”
La derecha: amarillos que se pintan de violeta
Al abordar el acercamiento entre sectores del PRO y La Libertad Avanza, Coronel fue incendiario. Fustigó a
Cristian Ritondo, a quien apodó “
Aloe Vera Ritondo”, por sus múltiples “
propiedades”. En alusión a sus bienes no declarados en el extranjero. El macrismo fue un entramado de corrupción que ahora se disfraza de libertad. Ritondo, Santilli, Vidal, todos espiados por el propio
Mauricio Macri. Espionaje doméstico, entre aliados.”. En ese mismo tramo, cuestiona la falta de coherencia de dirigentes que, “siendo amarillos, se pintan de violeta con tal de no quedarse afuera del reparto”.
Sociedad Rural y Milei: la doble vara del campo
Coronel no ahorró munición para describir lo que considera una clara hipocresía del poder económico rural frente al gobierno de
Javier Milei pese al aumento de aranceles, contrasta con la virulencia con que históricamente se movilizaron contra gobiernos peronistas: “Si esto pasaba en un gobierno peronista, ya estaban los tractores en la 9 de Julio. Pero ahora, con Milei, les aumentan los aranceles y van a darle besos. Palmaditas, sonrisas y silencio mediático”, ¿Dónde están ahora?, se preguntó.
Escándalo Scatturice: “Antonini queda como un monaguillo”
Uno de los momentos más explosivos de la columna fue la denuncia sobre
Leonardo Scatturice, señalado como parte del entorno íntimo de Milei y Caputo. Coronel afirmó que Scatturice y su equipo pasaron valijas sin control por Aeroparque: “Mientras a vos te hacen sacarte el cinturón, los anillos y las botas, ellos pasaban con valijas sin control. ¿Qué llevaban? Nadie lo sabe. Pero seguro no eran libros.”
Comparó el caso con el de
Antonini Wilson y los
bolsos de López: “Scatturice deja a Antonini como un niño de pecho. Pero como es Milei, los medios callan. Es el blindaje de la indignación selectiva.”
Negocios de los Menem: 4.000 millones en seguridad
Finalmente, Coronel cerró su denuncia con otro dato que pasó desapercibido en la mayoría de los medios: la empresa de seguridad vinculada a
Martín Menem, presidente de la Cámara de Diputados, firmó un contrato millonario con el Estado: “4.000 millones de pesos para custodiar el
Banco Nación y
Aeroparque. La empresa era de Martín Menem, ahora figura a nombre de su hermano. El discurso libertario se cae a pedazos cuando lo que está en juego es la caja.”
El cierre, entre mozos y verdades incómodas
Coronel cerró su columna anunciando una carrera de mozos organizada por el gremio de
UTHGRA en Plaza Independencia el próximo 26 de julio. Pero, más allá del dato pintoresco, el mensaje fue claro: “La política argentina se mueve entre pactos subterráneos, hipocresías visibles y silencios cómplices. Pero mientras haya periodistas que digan lo que otros callan, algo de verdad puede sobrevivir.”
Miguel Coronel no busca agradar. Busca incomodar. Y en tiempos de blindajes mediáticos y relatos prefabricados, eso lo vuelve una voz indispensable.