Pareja, presidente de LLA en PBA, se quedó con la lapicera y definió los principales nombres en las ocho secciones electorales, con el respaldo de Karina Milei y Eduardo “Lule” Menem. El PRO obtuvo el primer lugar en dos secciones, mientras que LLA encabezará en seis. En los municipios no gobernados por el PRO, se impuso la lógica libertaria, aunque se permitieron concesiones en distritos como Vicente López, donde Soledad Martínez logró un armado con 70% de candidatos amarillos.
El sector caputista, vinculado al asesor presidencial, quedó relegado: solo obtuvo la quinta candidatura a diputado provincial por la Tercera Sección, con Nahuel Sotelo como figura visible. Influencers y operadores digitales como Daniel “Gordo Dan” Parisini y Macarena Alifraco evitaron pronunciarse, en lo que se interpretó como una señal de alineamiento silencioso con el Presidente.
En el Gobierno, la consigna es clara: no escalar las internas y concentrarse en la campaña. El eje discursivo será la seguridad, con candidatos como el excomisario Maximiliano Bondarenko en la Tercera Sección, y figuras como Diego Valenzuela y Guillermo Montenegro en la Primera y Quinta, respectivamente.
El presidente Javier Milei se mantuvo al margen del armado, pero se espera que participe en actos puntuales. El oficialismo apuesta a que el sello de LLA y el contraste con el kirchnerismo sean suficientes para movilizar al electorado. En paralelo, se busca evitar que las tensiones internas —como la preadjudicación de contratos a empresas vinculadas a la familia Menem— contaminen la campaña.
Con el cierre consumado, comienza una etapa de reposicionamiento territorial, donde cada sector buscará capitalizar su lugar en las listas sin romper el equilibrio interno. El 7 de septiembre será el primer test electoral del segundo semestre, y el oficialismo sabe que la provincia de Buenos Aires es clave para consolidar su proyecto político.