Ese tercer espacio, Somos Buenos Aires, reúne a radicales, peronistas no K y socialistas, con figuras como Facundo Manes, Juan Schiaretti y Julio Zamora. Apunta a captar el voto moderado y desafiar la polarización, aunque enfrenta el desafío de consolidar estructura y visibilidad.
El cierre dejó un escenario de alta fragmentación, desconfianza cruzada y candidaturas testimoniales, con el desdoblamiento electoral como apuesta de Kicillof para marcar agenda propia. La campaña bonaerense se perfila como una de las más intensas del año, con impacto directo en la gobernabilidad nacional y en la proyección de liderazgos hacia 2027.