Comerciantes de Salta, Jujuy y Tucumán señalan que el precio mayorista ya muestra señales de tensión, y que en los próximos días podría trasladarse al valor minorista. En algunos puntos de venta, el paquete de 250 gramos pasó de costar $2.500 a más de $3.200 en menos de un mes.
La hoja de coca, que ingresa legalmente desde Bolivia bajo régimen de uso tradicional, está regulada por la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT), pero su comercialización enfrenta trabas logísticas y burocráticas que encarecen el producto.
Además del uso ritual y medicinal, la hoja es consumida por trabajadores rurales, transportistas y pobladores de zonas de altura como método natural para combatir el mal de montaña y el agotamiento físico. Por eso, cualquier variación en su precio tiene un impacto directo en economías populares.
Desde asociaciones culturales y cooperativas de comercio justo reclaman mayor previsibilidad en el ingreso del producto y medidas que eviten la especulación. También advierten que el encarecimiento podría fomentar el mercado informal y la adulteración del producto.