Durante su paso por la provincia,
Marcelo Ramal brindó su respaldo a la lista 222 que encabeza
Raquel Grassino, candidata a diputada nacional por el
Partido Para la Clase Obrera. En un contexto de creciente conflictividad social y deterioro de las condiciones de vida, el economista remarcó que “es necesario que una voz socialista, verdaderamente independiente de los bloques del poder, entre al Congreso para enfrentar el ajuste brutal que se viene después de las elecciones”.
"El país está en una crisis terminal, con una deuda fraudulenta al borde de una cesación de pagos y la salida que preparan no es para salvar al pueblo, sino para hundirlo más", lanzó. “Quieren pagar la deuda usuraria con el hambre del pueblo trabajador", advirtió Ramal, tras una extensa jornada de actividades que incluyó reuniones con trabajadores, docentes y no docentes, sectores de la salud y sindicales, además de participar en una cena-charla.
Lejos de centrarse solo en el gobierno nacional, Ramal denunció una “
coalición de cómplices” entre Milei y sectores del PJ, los radicales, el PRO y otros aliados parlamentarios que —según él— garantizan la gobernabilidad del saqueo. “Después de las elecciones, Milei no va a gobernar solo. Ya están tejiendo un gobierno de unidad con los mismos que le votaron todo: Pichetto, los radicales con peluca, los Jaldos de turno. Esto no es oposición: es la pata política del ajuste”.
Para el economista y ex legislador porteño, lo que se está montando en la
Argentina es una estructura colonial, económica y política, al servicio del capital financiero internacional. “Las leyes vetadas por Milei —discapacidad, universidades, salud— fueron promulgadas con condiciones. "Nos piden que digamos de dónde sacar los fondos para salud, discapacidad o educación. Pero nunca se preguntan de dónde sale la plata para pagar los intereses de una deuda que nadie audito. Esta deuda es ilegal, ilegítima y fue contraída para financiar fuga de capitales, no hospitales ni escuelas”, denunció. Y agregó;
La deuda es una estafa. La asistencia a los sectores vulnerables, un derecho".
Ramal no dudó en calificar al sistema de deuda pública como un “dispositivo de saqueo global”, que confisca el presupuesto nacional para financiar guerras en otras partes del mundo, mientras en Argentina se profundiza el ajuste sobre jubilados, trabajadores estatales y sectores populares.
Consultado sobre el escenario post electoral, Ramal fue claro: “
El FMI y el Tesoro norteamericano ya definieron que Milei debe devaluar. Lo que viene es otro mazazo al salario y una transferencia brutal de recursos hacia los exportadores y los especuladores financieros”.
Y frente a la amenaza de una intervención extranjera en la política argentina, como la advertencia de
Donald Trump sobre el apoyo condicionado a Milei, Ramal fue terminante: “Lo de Trump es una extorsión al electorado argentino. En el Congreso, vamos a mocionar el rechazo total a ese acuerdo colonial”.
Durante su recorrida por la provincia, Ramal se reunió con trabajadores del citrus, ingenios, del sector textil, docentes, enfermeros y estudiantes. “La situación es desesperante. Gente que trabaja 10 o 12 horas al día y no puede pagar ni una canasta básica. Pero también hay bronca, organización, y una necesidad urgente de construir una alternativa propia del mundo del trabajo. Todos ellos sostienen la economía con salarios de miseria y sin ningún tipo de cobertura social real”, enfatizó.
“El pueblo trabajador tucumano no está resignado. Quiere una alternativa propia, que no venga de los verdugos de siempre. Y ese es el desafío de
Política Obrera”. "Hay que empezar a votar por nosotros mismos. El voto a Raquel Grassino es el voto de un trabajador por su propia clase. No es testimonial, es un acto de defensa directa ante una clase política que nos quiere destruir", remarcó.
Ramal cerró su visita con un mensaje claro: “Lo que se define el 26 no es una interna entre partidos. Se define si seguimos entregando el país a los buitres financieros, o si empezamos a construir una salida independiente y socialista, basada en la defensa del salario, las jubilaciones, los servicios públicos y los recursos naturales”.
“Votar a Raquel Grassino es votar por tus intereses, no por los de los bancos ni los grupos económicos. Es defender el salario, las jubilaciones y la soberanía nacional. El socialismo no es una utopía ni un eslogan. Es la única alternativa a este infierno. Política Obrera no pacta con los ajustadores. Vamos con todo”, finalizó.