A los 13 minutos de la segunda mitad, Ignacio Galván fue expulsado por una dura falta sobre Leonardo Godoy, y a los 43, Clever Ferreira cometió un penal infantil y también vio la roja. Sin embargo, Mansilla se lució tapándole el disparo a Ávalos, evitando una goleada aún mayor.
El panorama para el Decano es sombrío: tres derrotas al hilo, el arco en cero y una caída futbolística que preocupa. Pese a algunas buenas intenciones de Adrián Sánchez, el único que intentó rebelarse en el mediocampo, el equipo se mostró apático, sin ideas ni reacción. El ingreso del uruguayo Nicola le dio algo de aire, pero duró poco: el tercer gol fue un golpe de nocaut.
Independiente, en cambio, vive otro presente. Con este triunfo, el segundo consecutivo tras vencer a Platense, el equipo de Quinteros parece haber encontrado el rumbo. Con un ataque dinámico y sociedades aceitadísimas, el Rojo aprovechó cada error rival para sellar una victoria sin sobresaltos.
En la tribuna, los hinchas disfrutaron del triunfo, aunque no se privaron de reprocharle duramente a la dirigencia, con cánticos que dejaron al descubierto una relación fracturada.
Atlético Tucumán, en cambio, vuelve a Tucumán con más dudas que certezas. Colace no pudo torcer el rumbo en su debut, y ahora deberá rearmar el equipo y recuperar la confianza si pretende mantener vivas sus chances de clasificación.
El próximo compromiso será el domingo 9 de noviembre a las 21:30, cuando reciba a Godoy Cruz de Mendoza en el Monumental José Fierro. Será una final anticipada para un equipo que necesita más que nunca una reacción inmediata.