El edil defendió su voto negativo, denunció beneficios millonarios para los empresarios, celebró la aprobación del régimen para plataformas digitales —incluida Uber Moto— y advirtió que en febrero o marzo volverá la presión por un nuevo incremento tarifario. Pidió cortar “
” y terminar con 25 años de discrecionalidad en el transporte.
Minutos después de finalizar una sesión cargada de tensión, el concejal de San Miguel de Tucumàn
Carlos Arnedo volvió a plantarse con firmeza frente al aumento del boleto urbano y deslizó críticas contundentes contra el sector empresarial del transporte. Sin medias tintas, acusó a los dueños de colectivos de operar “
con aprietes y extorsiones” y de sostener desde hace décadas un monopolio que, según afirmó, mantiene “rehenes” tanto a usuarios como a trabajadores.
“
Voté en contra con las dos manos, porque es una aberración”, sentenció, remarcando que su postura es coherente con la que viene sosteniendo desde agosto. Arnedo detalló que, pese a los ingentes fondos recibidos —“4.900 millones, más 700 millones de la Provincia y 1.000 millones del Municipio”— los empresarios no mejoraron el servicio. Por el contrario, calificó a la flota como “
trastos viejos que contaminan y no cumplen ninguna frecuencia digna”.
El edil destacó la aprobación de su proyecto de ordenanza para avanzar hacia la incorporación paulatina de
colectivos eléctricos, una transición que, a su juicio, permitirá comenzar a retirar de circulación un parque automotor que considera obsoleto y oneroso: “
Nos salen 65 millones de dólares anuales del erario público”, advirtió.
Arnedo aseguró que la presión empresaria condiciona tanto al Ejecutivo Provincial como al Municipal. “
Se aprovechan del temor a que tomen de rehén a los vecinos”, afirmó. Ese esquema, avisó, se repetirá en los próximos meses: “Lo dije en agosto y lo repito ahora: en febrero o marzo van a venir con el mismo planteo”.
En contraste con el encono dirigido al transporte tradicional, Arnedo celebró la aprobación del marco normativo para plataformas digitales de movilidad, que incluye taxis con aplicación y el servicio de Uber Moto-Auto.
Recordó que presentó el primer proyecto en enero de 2024 y que su aprobación “
desburocratiza la actividad, cuida al usuario, exige seguros robustos y obliga a las plataformas a pagar tributos y reportar listados de vehículos y conductores”. Subrayó que no habrá cupos ni tarifas fijas, y que en el caso de las motos se pidió únicamente la potencia suficiente para transportar dos personas y el uso de cascos homologados.
“
Nadie pierde derechos; lo que hicimos fue ordenar, modernizar y proteger”, afirmó. Para Arnedo, la normativa derriba un cerco histórico: “
El vecino dejó de ser rehén de estos tipos”.
Consultado por los colectivos entregados desde el Estado a empresarios con un período de gracia extendido, el concejal fue categórico: “Es otro capítulo del apriete. Les dieron 180 días más para empezar a pagar. Esto ya es una larga historia”.
Explicó que, según la Municipalidad, no hay concesiones vencidas, sino tenencias precarias, una situación que consideró aún más grave. Recordó que la Ordenanza 5.206 (2019) exige una prestación ininterrumpida y cuestionó cómo, en ese marco, algunas empresas pudieron incluso obtener nuevas líneas. Mencionó el caso de la línea 131 como ejemplo de discrecionalidad, señalando directamente al empresario Berreta: “
Dijo que no tenía ni para gasoil. ¿
Cómo hace alguien quebrado para quedarse con una línea más?”.
Arnedo reiteró su pedido para que el Departamento Ejecutivo Municipal envíe los pliegos de licitación para las 14 líneas bajo tenencia precaria. “
Tenemos que barajar y dar de nuevo. No podemos seguir reducidos a levantar la mano para un aumento del boleto”, sostuvo. Aseguró que ya dialogó con la intendenta y que insistirá hasta que los pliegos lleguen al Concejo.
“Si no se manda la licitación, vamos a seguir en lo mismo”, advirtió. Para el edil, la salida implica romper el monopolio, transparentar la operatoria y abrir el juego a nuevos oferentes. “Acá todos sabemos cómo funciona esto. Tucumán es chico”, lanzó Arnedo como mensaje final.
Y volvió sobre su planteo central: "
si no se interviene con decisión política, el esquema de presión empresarial y aumentos tarifarios se repetirá indefinidamente".
Mientras el Concejo queda entre quienes apoyaron el aumento y quienes votaron en contra, Arnedo se mantiene en un lugar claro: el de la confrontación abierta con el sector empresario y el de la exigencia urgente de una transformación estructural del transporte público. “No podemos ser rehenes de los aprietes de nadie”, concluyó.