A pesar de que la Unión Europea decidió este jueves postergar la firma del acuerdo de libre comercio con el Mercosur hasta enero, el presidente Javier Milei confirmó que viajará este sábado a Foz de Iguazú, Brasil, para participar del cónclave del bloque sudamericano. Allí se encontrará con su par brasileño Lula da Silva, quien afronta con malestar la caída transitoria del entendimiento, dado que ejerce la presidencia pro tempore del Mercosur.
La postergación se produjo en medio de la creciente incertidumbre sobre la viabilidad del acuerdo, tras las posturas contrarias de Francia, Polonia e Italia, que anticiparon sus votos en contra. La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, informó que la firma se atrasaba en enero, luego de que Italia pidiera más tiempo para convencer al sector agrícola. En Bruselas, la tensión se reflejó en incidentes durante una manifestación violenta de agricultores.
Lula da Silva había señalado en conferencia de prensa que se comunicó con la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, quien aclaró que no se opone al acuerdo, aunque necesita hasta un mes para lograr respaldo interno. En un comunicado, Meloni sostuvo que Italia está dispuesta a apoyar el tratado una vez que se resuelvan las preocupaciones vinculadas a la agricultura.
El presidente brasileño, que había advertido que no firmaría el acuerdo si no se cerraba este mes, afirmó que consultará con los socios del Mercosur durante la cumbre sobre los próximos pasos a seguir.
La postura argentina
Desde la gestión libertaria ratifican su apoyo al acuerdo comercial, sosteniendo la necesidad de “comerciar sin restricciones y abrir mercados”. Sin embargo, reconocen escepticismo por la postura de Italia y Polonia, que se pronuncian en el mismo sentido de cautela.
Milei, quien días atrás se reunió con el presidente electo de Chile, José Antonio Kast, llegará a la cumbre con un mensaje enfocado en insistir sobre la necesidad de que el Mercosur avance hacia una mayor apertura comercial y reduzca las regulaciones que obstaculizan acuerdos con otras naciones.
Más allá de su postura aperturista, el mandatario argentino busca evitar quedar en un segundo plano frente a Lula. En el último cónclave del Mercosur, Milei calificó al bloque como “excesivamente burocrático” y lo acusó de haber promovido durante años una “barrera al comercio” que funcionó como un “escudo ante el mundo”.