“El factor clave es la persistencia de aire cálido y muy húmedo sobre la región”, explicó Cristofer Brito, observador de superficie del
(SMN). Según detalló, este escenario favorece el desarrollo de nubosidad convectiva, responsable de los chaparrones y tormentas típicos de esta época del año.
Durante la tarde del viernes podrían registrarse algunas precipitaciones aisladas, aunque el período más delicado se concentrará entre la tarde del sábado y la mañana del domingo. “No se espera un evento generalizado, pero sí tormentas aisladas que localmente pueden ser fuertes, con abundante caída de agua en cortos períodos”, advirtió Brito.
En cuanto a las temperaturas, el calor seguirá siendo protagonista. Las mínimas oscilarán entre los 19 y 22 grados, mientras que las máximas se ubicarán entre los 28 y 30 grados, valores que, combinados con la elevada humedad, incrementarán la sensación térmica y el malestar general.
Desde el SMN recomiendan mantenerse atentos a las actualizaciones del pronóstico y tomar precauciones ante la posibilidad de lluvias intensas repentinas, especialmente en zonas vulnerables a anegamientos. Así, Tucumán se prepara para despedir el año bajo un cielo cargado, con un clima tan pesado como impredecible.