y está destinada a personas en situación de calle y residentes de albergues. El equipo busca donaciones, voluntarios y apoyo logístico para que la noche vuelva a ser un momento de dignidad y encuentro.
“Apapachar es acariciar con el alma”, explicó
Nadia Amaya al presentar el espíritu de
Apapachando Corazones, el voluntariado tucumano que desde hace años sale a las calles cada jueves por la noche para compartir comida, abrigo y, sobre todo, escucha. En su visita al programa
Parte de Prensa, la referente del grupo destacó que la tarea va mucho más allá de entregar un plato caliente: “La idea es sentarse, preguntar cómo están, cómo fue su día, en qué los podemos ayudar. Compartir”.
Con ocho años de trabajo voluntario y seis al frente de Apapachando Corazones, Amaya relató al periodista
Gustavo Masa y equipo que las historias que más la conmueven son las de personas que lograron cambiar su vida gracias al acompañamiento recibido. “Nos escriben chicos que estuvieron en situación de calle, con problemas de adicciones, que pensaban en quitarse la vida. Nosotros somos nexos, los acompañamos para que lleguen a instituciones con profesionales. Hoy muchos están trabajando, alquilando y formando una familia”, contó.
La labor del grupo se sostiene durante todo el año gracias a donaciones y al compromiso de voluntarios que, aunque van rotando, nunca faltan. Todos los jueves realizan rondas nocturnas con comida, agua y abrigo, mientras que el primer domingo de cada mes organizan una merienda recreativa con actividades como cortes de pelo, música y acciones de cuidado personal. “Siempre hay tiempo para ayudar, y siempre hace falta más gente”, remarcó.
En ese marco, Amaya anunció la sexta edición de la Cena Solidaria de Fin de Año, un evento muy esperado por quienes viven en la calle. La cena se realizará el jueves 8 de enero, de 20 a 0 horas, en el Salón Vicenzo, espacio que es cedido solidariamente por sus dueños. Allí se espera recibir entre 70 y 80 personas, incluyendo a quienes están en albergues y pasan el día en la calle. “Para muchos es la única vez en el año que se sientan a una mesa y son atendidos como invitados”, explicó.
El menú previsto es arrollado de pollo con papas y helado de postre, además de entradas, sorteos y shows musicales. Sin embargo, la organización necesita colaboración para poder concretarlo: colectivos para el traslado, vajilla, bandas o artistas, fotógrafos y donaciones de alimentos como pollo molido, papas, arvejas, morrones, huevos, ingredientes para sándwiches y helados. “El colectivo es uno de los gastos más grandes. Si alguien puede prestarnos uno, sería de gran ayuda”, señaló.
Amaya también reflexionó sobre la relación de la sociedad con las personas en situación de calle y la reticencia que a veces aparece por miedo o malas experiencias. “Hay de todo, como en cualquier lado. No hay que juzgar. Muchos atraviesan problemas de adicciones y de salud mental, y eso explica muchas reacciones”, afirmó, subrayando la importancia de la empatía.
Quienes deseen colaborar pueden contactarse a través de las redes sociales de Apapachando Corazones en
Instagram y
Facebook, o por WhatsApp al
381 443 8069. También se puede aportar económicamente mediante el alias “
Apapachando”, a nombre de Nadia Amaya. “Gracias a la confianza y al corazón solidario de la gente, seguimos estando”, concluyó.
La cena solidaria no es solo un evento: es el reflejo de una red que abraza, escucha y acompaña. Un verdadero apapacho al corazón, en un contexto social y económico donde la solidaridad se vuelve imprescindible.