A este universo se agregan compañías de peso estratégico como Transener, las represas hidroeléctricas y AYSA, que provee agua potable y servicios cloacales al Área Metropolitana de Buenos Aires.
Como paso previo, el Ejecutivo completó el programa de transformación de Sociedades del Estado (SE) en Sociedades Anónimas (SA). La última conversión fue la de Ferrocarriles Argentinos SE, que pasó a denominarse Ferrocarriles Argentinos SAU. La medida se enmarca en el artículo 48 del DNU N° 70/2023, impulsado por el presidente Javier Milei, que estableció que todas las empresas con participación estatal debían transformarse en SA, quedando sujetas a la Ley General de Sociedades N° 19.550 en igualdad de condiciones con las privadas.
El foco principal estará en los sectores de energía y transporte, por su peso económico y capacidad de atraer capitales privados. En este esquema aparecen Corredores Viales, que administra unos 9.000 kilómetros de rutas nacionales; la energética Enarsa; Intercargo, que ya despertó interés de un grupo francés; y la Vía Navegable Troncal (Hidrovía), uno de los activos logísticos más relevantes del país.
Desde la Casa Rosada sostienen que el proceso busca reducir el déficit fiscal, mejorar la eficiencia operativa y enviar una señal clara a los mercados sobre el rumbo económico, en un contexto donde la acumulación de reservas continúa siendo uno de los principales desafíos del programa oficial.