La crisis industrial golpea nuevamente en Tucumán. Esta vez, el foco está puesto en Papelera Tucumán, una de las principales fábricas del rubro en la región, que atraviesa un escenario de tensión creciente entre la empresa y sus trabajadores. En las últimas semanas, se registraron al menos siete despidos, suspensiones y un paro de actividades impulsado por el Sindicato de Obreros de la Industria del Papel y Cartón.
El conflicto se desató tras una reducción sostenida de la producción, atribuida por la empresa a la caída del consumo interno. Sin embargo, desde el gremio denuncian que no se presentó un procedimiento preventivo de crisis y que los despidos fueron arbitrarios. Además, reclaman falta de inversión, incorporación de personal sin experiencia y condiciones de trabajo que consideran riesgosas, especialmente tras la muerte de un operario ocurrida meses atrás en la planta de Lules.
La Secretaría de Trabajo provincial intervino mediante una conciliación obligatoria, pero el diálogo sigue trabado. Mientras tanto, los trabajadores exigen la reincorporación de los despedidos, mejoras en higiene y seguridad, y el cumplimiento del convenio colectivo.
El caso de Papelera Tucumán se suma a una lista creciente de industrias locales afectadas por el contexto económico. La incertidumbre sobre el futuro de la planta no solo preocupa a sus casi 200 empleados, sino también a toda una comunidad que depende directa o indirectamente de su funcionamiento. El sector fabril, una vez más, se encuentra en la cuerda floja.