Aunque hubo contactos subterráneos y un encuentro informal previsto en la Sociedad Rural, no se presentaron propuestas concretas desde la Casa Rosada. El jefe de Gabinete, Guillermo Francos, mantiene canales abiertos con algunos gobernadores, pero el Ejecutivo evita formalizar una mesa de negociación. En paralelo, el ministro de Economía, Luis Caputo, se muestra más involucrado en las decisiones, mientras que el consultor Santiago Caputo habría quedado al margen de las tratativas.
Los gobernadores del PRO y la UCR, que aún se referencian en el espacio de Juntos por el Cambio, comenzaron a rearmar una estrategia conjunta para después de las elecciones, con la idea de conformar un nuevo bloque parlamentario vinculado directamente a las provincias. Incluso se baraja la posibilidad de un frente político-electoral para 2026, con miras a disputar poder en 2027.
La tensión institucional se agrava por la pelea entre el Gobierno y la vicepresidenta Victoria Villarruel, quien habilitó la sesión en el Senado que derivó en la sanción de las leyes. La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, fue la encargada de cuestionarla públicamente, y el presidente Javier Milei reforzó el mensaje con gestos de respaldo a Bullrich en redes sociales.
Mientras tanto, los gobernadores insisten en que no cederán en sus reclamos y que tienen los votos para sostener los proyectos en Diputados, incluso frente a un eventual veto presidencial. La próxima cumbre en el CFI podría consolidar esa postura y marcar un nuevo capítulo en la pulseada por los recursos y el poder territorial.