En términos nominales, las ventas totales a precios corrientes alcanzaron los $311.037 millones, lo que representa un incremento del 24% interanual, impulsado principalmente por la inflación. Los rubros con mayores aumentos fueron “Otros” (68,1%), “Carnes” (63,2%), “Indumentaria, calzado y textiles para el hogar” (47,6%) y “Bebidas” (41,7%).
El contraste con otros canales de consumo es evidente: mientras los supermercados registraron una suba interanual del 6,1%, los mayoristas siguen sin recuperar el terreno perdido. Analistas advierten que el repunte en algunos rubros podría responder más a reacomodamientos de precios que a una mejora genuina en la demanda.
Con una inflación que desacelera pero aún impacta en los ingresos reales, el consumo mayorista se mantiene como uno de los segmentos más golpeados. La evolución en los próximos meses será clave para determinar si el repunte de mayo fue un pico aislado o el inicio de una recuperación más sólida.