Para Coronel, los movimientos del mercado son apenas la superficie de un sistema que “usa la crisis argentina como casino financiero”. La denuncia es clara: "
".
Con preocupación, advirtió que las reformas previsional, laboral e impositiva que el gobierno de
Javier Milei busca impulsar marcará una nueva frontera en la historia sindical. Y sostuvo que los dirigentes
Octavio Argüello,
Jorge Solá y
Cristian Jerónimo, el nuevo triunvirato de la
CGT, “pueden convertirse en héroes o en villanos de la historia”, según la posición que adopten frente a esas reformas. “De ellos dependerá el futuro del movimiento obrero argentino”, señaló.
Coronel cerró su editorial con una fuerte crítica a la ministra de Seguridad,
Patricia Bullrich, tras el hallazgo de una avioneta cargada con droga en el norte del país. “Es fácil pegarle a un jubilado o gasear chicos —dijo—, pero ¿por qué no mandan a controlar las fronteras?”.
Con ironía amarga, propuso: “Por lo menos pongan a dos gendarmes en reposera mirando el cielo”. Pero detrás del sarcasmo, su advertencia fue seria: “
El norte argentino está liberado. Sin radares, sin controles, sin autoridad”.
Pidió mayor coordinación entre las fuerzas federales y las provincias, reconociendo el trabajo de la
Policía de Tucumán, pero advirtiendo que “
sin radares ni controles es imposible frenar el ingreso de la droga”.
Fiel a su estilo, Coronel alterno ironía, datos duros y referencias culturales, incluso recomendando ver en Netflix “Detective suelto en Hollywood 4”, y mencionando curiosidades internacionales como la elección del nuevo alcalde de Nueva York,
Zohran Mamdani, a quien describió como “
un peronista moderno en el corazón del capitalismo, y agregó, sigan con atención a este nuevo personaje que podría convertirse en el nuevo presidente de Estados Unidos”, lanzó.
En una provincia donde el poder juega a las escondidas y la nación se hunde entre reformas que huelen a ajuste, su voz suena en medio del ruido: “Esto es Parte de Prensa, donde decimos lo que otros callan”, finalizó.