Las autoridades iniciaron una investigación para determinar cómo ingresaron las sustancias al penal y si existe una red de distribución entre internos. No se descarta la participación de personas externas o el uso de visitas como canal de ingreso. También se analizan registros y comunicaciones para identificar posibles responsables.
Desde el Ministerio de Seguridad se destacó la importancia del operativo como parte de una política de control y transparencia en el sistema penitenciario. “La presencia de drogas en contextos de encierro agrava los riesgos y vulnera la seguridad institucional”, señalaron voceros oficiales.
El hallazgo refuerza la necesidad de fortalecer los mecanismos de control, mejorar la infraestructura y avanzar en protocolos que garanticen entornos libres de sustancias ilegales dentro de las cárceles. La causa quedó en manos de la Justicia, que podría imputar a internos y colaboradores por tenencia y tráfico de estupefacientes.